Fotografías de Gabriela Huerta Tamayo
El sábado 12 de agosto de 2017 Julia Antivilo llegó a Pinto mi Raya con quienes participan en el laboratorio curatorial Activaciones críticas de la memoria. Archivos de arte feminista mexicano, que está facilitando a través del Centro Cultural Border.
El laboratorio terminará en una exposición el 2 de noviembre en la sede de Border, después de recorrer cinco archivos feministas: Archivo Ana Victoria Jiménez con sede en la Universidad Iberoamericana, así como los de Yan Yaoyolotl Castro, Lorena Wolffer, Producciones y Milagros y el nuestro. La cereza del pastel será una mesa redonda el 25 de septiembre en la participarán Karen Cordero y María Laura Rosa.
Yo que he visto crecer a estos archivos de arte feminista desde chiquitos, que conozco sus logros y los problemas que enfrentan, estoy feliz de que se está llevando a cabo este laboratorio porque se conocerán mejor sus tesoros e implica que habrá un mayor interés en utilizarlos, reactivarlos y conservarlos. Es muy importante que se incremente la masa crítica de personas que queremos archivos sanos y felices. Además Julia tuvo gran cuidado al seleccionar a las personas del taller y es un equipo sensacional con una vasta experiencia en archivos, arte, feminismo, diseño, comunicación y curaduría. Se ven muy entusiasmadas y comprometidas. Son cómplices excepcionales y están en buenas manos porque Antivilo es experta en arte feminista mexicano y realmente conoce a fondo estos archivos porque ha trabajado en ellos y/o los ha investigado a fondo.
Tuve la dicha de que la primera reunión del laboratorio fue en Pinto mi Raya. Como se trataba de hacer un recorrido por el archivo y sus contenidos, me pareció que lo mejor era empezar con “El Tour”, esa acción íntima que vengo haciendo desde hace tiempo en la que guío al público a través de una visita por algunos materiales del archivo, recorremos sus recovecos en esta casa que está siendo devorada por su archivo y luego nos sentamos a platicar largo y tendido.
Lo primero que hice fue ponerme el maravilloso delantal que dice “Yo soy fuente primaria” que me regaló mi hija Yuruen cuando le comenté que me intimidaban sus compañeros de la maestría en género del COLMEX porque saben tanto de teoría y yo, como les digo, aunque he leído mucho, soy feminista silvestre formada en la práctica.
Les mostré el archivo del grupo de arte feminista Polvo de Gallina Negra, los expedientes que tengo de mis tiempos en la Coalición de Mujeres Feministas, los materiales hemerográficos de Pinto mi Raya y cosas más íntimas, como mis diarios personales y las cartas de mis abuelos de hace un siglo.
La sesión fue larga, 9 de la mañana a 2 de la tarde y se me fue volando.
Julia empezó hablando del proyecto y nos invitó a presentarnos. Después fue el recorrido al final del cual les compartí un power point sobre la exposición que tuve en el MUAC el año pasado y que contenía mucho material de nuestro archivo, haciendo énfasis en las preguntas que planteamos y las que nos surgieron al hacer una muestra basada en estos materiales. Espero que les haya servido para acercarse a nuestro acervo y para plantearse algunas de las muchas preguntas que surgen al hacer exposiciones feministas basadas en archivos. Muero de ganasde ver lo que harán.
Los diarios
Mónica Mayer, 2017
