Visita al Archivo del Chopo

 

Hoy empieza una nueva acción.

No había contemplado hacer una Visita al Archivo del Chopo, pero salió solita.

Resulta que revisando un en el archivo de Pinto mi Raya me encontré un texto que debí haber leído en una mesa en 1984 sobre las artistas de mi generación para la exposición Una Década Emergente en el Chopo, pero nunca lo hice porque a la moderadora de la mesa, que si mal no recuerdo era Magali Lara, se le ocurrió que en lugar de leer ponencias tuviéramos una charla informal. Siempre me quedé con la sensación de que había sido mala onda porque todos sabían que yo había entrevistado a la mayoría de los y las artistas de la muestra para elaborar mi participación y era evidente que leería un texto.   IMG 4390 480x640

Foto: Mónica Mayer

Al recorrer las hojas amarillentas, caí en cuenta de que este año se cumplen 30 años de la muestra, 20 de que fue Una Década Emergente, Una Década Después en el mismo museo… y que yo sigo con ganas de leer esa ponencia. A la distancia también me quedó claro que, ante la sugerencia de Magali o quien haya moderado la mesa, yo simplemente podría haber dicho que traía una ponencia escrita y leerla. No pude.

Ni tarda, ni perezosa, hoy les envié un proyecto a Pacho Paredes que es el director del museo y a Brenda Caro Cocotle que está al frente de su centro de documentación y les propuse la pieza. Me di permiso de saldar esta asignatura pendiente. Más rápidos que una centella, me contestaron que sí y que nos viéramos la semana entrante para ponernos de acuerdo.

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PROYECTO: Visita al archivo del Museo del Chopo

 LAS ARTISTAS EN LA DÉCADA EMERGENTE, TREINTA AÑOS DESPUÉS

 En el archivo de Pinto mi Raya se encuentra el texto que no leí en una mesa redonda en la que participé durante la exposición Una década emergente en 1984 en el Museo Universitario del Chopo. Estuve en la sesión pero no lo compartí porque la moderadora decidió que platicáramos de manera informal y no leyéramos ponencias. Me sentí agredida porque, dado que había entrevistado a todas las participantes en la mesa para recabar información para escribirlo, asumí que sabían que llevaba un texto, pero no tuve la fortaleza de defender mi trabajo. Compartí como pude el contenido de la ponencia durante la mesa, pero me descontrolé y me quedó un sabor amargo en la boca.

Diez años después, a manera de homenaje póstumo para Arnold Belkin, se llevó a cabo la exposición Una década emergente, una década después. Existe un catálogo muy digno de la segunda exposición que documenta también la primera a través de fotografías, reproduciendo ambos textos curatoriales de Ema Cecilia García y muestra las fotografías de la obra presentada en ambas muestras. No recuerdo que haya habido mesas redondas en esa ocasión.

Hoy, en 2014, a treinta años de la primera muestra y veinte de la segunda y como parte de mi proyecto De archivos y redes, me gustaría hacer una pieza para el Centro de Documentación del Museo Universitario del Chopo consistente en lo siguiente:

1.- Visita al Centro de Documentación para investigar qué materiales tienen sobre las exposiciones antes mencionadas.

2.- Realizar una acción en la que lea el texto para la mesa de 1984.

3.- Donar al museo una pieza/expediente en el que se incluya la imagen escaneada e impresa de la primera ponencia, la ponencia transcrita y comentada en la actualidad y otros materiales pertinentes.

4.- Si hace falta, donarles una copia del catálogo Una década emergente una década después.

 

Hoy fui al Chopo con Brenda para ver fechas. Quedamos para octubre o noviembre porque van a arreglarle algo al techo del Centro de Documentación y probablemente no podré entrar a ver materiales hasta septiembre. Me da dolor de estómago de sólo pensar que el museo estuvo en obra tantos años por las remodelaciones y a los dos años y pico de nuevo tienen que cerrar algunas áreas, pero no más que de ver que pusieron el archivo ¡¡¡¡en el último piso!!!! Mientras tanto voy a tratar de echarle un ojito a los archivos de Emma Cecilia García y Lourdes Monges. Queridas amigas ambas, la primera fue curadora de las dos exposiciones y la segunda fue museógrafa en la primera y directora del museo durante la segunda.

Brenda comentó que quiere hacer un pequeño encuentro sobre archivos en noviembre y le interesa que imparta un taller. A ver si programamos mi acción simultáneamente para integrar todo. Estuvimos platicando de los materiales que tienen en el centro de documentación y que son principalmente de la segunda exposición. Mencionó que aquella muestra fue la primera en la que se utilizó el término “emergente” para referirse al arte joven. No lo recuerdo, pero me da mucha risa pensar en que si en ese momento éramos los emergentes, ahora seguramente somos los sumergentes. Me encanta que el proyecto va cuajando solito.

Por lo pronto me pasó la página de la mediateca para que empiece a buscar lo que tienen ahí.

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El centro de documentación sigue cerrado pero ya fijamos la fecha del performance para el 29 de noviembre a la 1 de la tarde. También hablé con Emma Cecilia para ver que tiene en su archivo y que me cuente el chisme.

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Foto:Mónica Mayer

La pieza sigue su curso. Hace unos días transcribí el texto. Empecé a sentirlo con los dedos, a escuchar la diferencia de palabras y conceptos que usábamos entonces y las que acostumbramos hoy. La próxima vez que vaya al Chopo lo voy a leer yo solita y en voz baja, sin que nadie me escuche, como un acto privado para sentir el espacio. De hecho, creo que para mí esa es la acción y lo demás sus reverberaciones.

Hoy me reuní con Emma Cecilia y nos la pasamos sensacional. Platicamos, compartimos recuerdos, discutimos ideas, comimos, nos reímos, nos dimos cuenta de cuántos detalles se nos han olvidado y nos sorprendimos del transcurso de un tiempo escurridizo de mil maneras. Grabé todo.

Emma fue la curadora de la muestra, que aunque no se trató de la primera exposición de Arnold Belkin en el museo, sí inauguró su propuesta. Según ella, a Belkin le interesaba mucho apoyar a los artistas jóvenes. A la par de Una Década emergente se presentó una exposición titulada Maestros del dibujo, con superestrellas como Cuevas, Felguérez por lo que asistieron a su apertura, entre otros, los Tamayo y Lola Álvarez Bravo, etc. Fue una inauguración multitudinaria, como solían serlo en esos tiempos. Desafortunadamente no me acuerdo para nada. Ni siquiera sé si asistí. La triste historia de la memoria.

El tema de los archivos surgió inmediatamente porque para cuando Emma planteó la segunda exposición, el archivo de la primera ya no existía. Aparentemente hubo una inundación en el baño en el que guardaban los expedientes y se perdió. La triste historia de los archivos de arte en México.

Hablamos sobre la importancia de algunos funcionarios como Belkin y Helen Escobedo quienes fueron excelentes promotores del arte joven. Según Emma también lo fue Fernando Gamboa desde el MAM, especialmente a través de Artes Visuales en donde no sólo se mostraba el trabajo de jóvenes, sino de propuestas que en ese momento todavía eran “alternativas”, por lo menos en México. De hecho, como le comenté a Emma, yo me fui a estudiar al Woman’s Building porque en un número de la revista de 1975 que dedicaron a las mujeres artistas publicaron una entrevista con Judy Chicago y me enteré que existía. La revista fue un detonador importante. Yo más bien pienso que la que estaba detrás de todo esto es Carla Stellweg, su directora.

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Foto: Mónica Mayer

Emma me platicó del proceso de selección de artistas para ambas exposiciones, tanto de las ideas como de las grillas. Por ejemplo, mencionó que hubo artistas que llamaron a Belkin porque se habían enterado de la muestra y querían que los incluyeran, lo cual me parece interesante porque a mí jamás se me hubiera ocurrido hacer eso.

Aunque en mi texto planteo que los criterios para delimitar a una “generación” son muy distintos para hombres y mujeres artistas, a la distancia me parece elemental el criterio “edad” para una curaduría, máxime si lo que se quiere es mostrar una nueva visión del arte. Quizá no lo podía (o quería) ver entonces porque era parte del proyecto, pero ya en su momento Raquel Tibol criticó este criterio en su artículo Forzada Confrontación del 18 de febrero de 1984 en Proceso #381: “Los cortes cronológicos resultan inadecuados para ponderar las corrientes que van surgiendo en el arte contemporáneo. Ante muchísimas de las casi 200 obras expuestas abajo se antoja exclamar: ¡Qué viejos están los jóvenes artistas de México! ¡Qué poco arriesgan!” Tibol tenía toda la razón: ser joven no implica ser propositivo. Hoy pienso que la curaduría no sólo se quedó corta, sino que resultó un contrasentido: de una generación que se dio a conocer por el trabajo colectivo, político y sobre soportes no tradicionales, a esta muestra se invitó principalmente a quienes pintaban y la mayoría lo hacían de manera bastante convencional.

Emma comentó que ha platicado con varios colegas que participaron en la exposición y que hoy sienten que están metidos en un hoyo negro ya que son una generación sándwich que se quedó entre La Ruptura y el arte contemporáneo. Creo que esto es particularmente agudo en el caso de los pintores porque de alguna manera el trabajo de quienes abrieron brecha para el arte actual ya están siendo “rescatados” a través de expos como la del No Grupo en el MAM hace unos años o la de Pola Weiss en el MUAC que recientemente cerró.

La plática siguió y también comentamos sobre el catálogo, que es muy curioso porque incluye información de ambas exposiciones. Como el primero no se pudo hacer, Emma aprovechó el material reunido y lo publicó en el segundo.
cat 11  cat 12 Fotos: Mónica Mayer

También me platicó que Alberto Castro Leñero efectuó un tipo de “residencia” en el museo durante la exposición que consistió en estar en una sala pintando durante el día a manera de estudio. Aparentemente el evento tuvo mucho éxito entre el público. No lo recuerdo para nada.

La plática nos llevó por muchos caminos, incluyendo naturalmente las amargas quejas por las dificultades que tenemos artistas, gestores, críticos y curadores independientes para sobrevivir, lo cual no es nada sorprendente viviendo en un país en el que 40% de la población vive en pobreza extrema. Rematamos la tarde viendo documentos de la muestra que había encontrado Emma, entre ellos invitaciones, bocetos, fotografías de los artistas y catálogos de sus exposiciones. Imagen20Fotos: Mónica Mayer

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