Hace mucho, mucho tiempo, allá por 2016 cuando todavía estaba mi exposición Si tiene dudas… pregunte en el MUAC, Karen Cordero invitó a John R. Thompson a verla para mostrarle 7 pequeños dibujos que fueron parte del núcleo Otra Erótica, serie que yo simplemente llamo Casitas.

Meses antes, cuando estábamos documentando la exposición, a Karen le sorprendió la cantidad de dibujos que integran esta serie, la mayoría de los cuales no había expuesto. Ella quiso presentar una larga fila de ellos, quizá sobre una repisa, pero había tanta obra y tan poca sala que fue imposible.

Resulta que John, que también es artista, tiene una galería independiente o de autor, como prefieran decirle, que se llama 108AG en la que generosamente ha presentado media docena de exposiciones. El espacio es la sala de su casa por lo que a las muestras sólo se puede acudir por invitación personal. Karen había asistido a algunas de ellas y, cuando él la invitó a hacer algo y le propuso Rayando, construyendo. Un diálogo íntimo con obra de Víctor Lerma y mía.

A mí que me gusta trazar antecedentes, encontré varios para esta exposición.

1.- Por parte de Karen, esta muestra tiene como antecedentes directo Rayando. Dibujos de Mónica Mayer. Un ensayo a tres voces que se subió al Museo de Mujeres Artistas Mexicanas (MUMA) en 2014 y todavía pueden ver aquí y, naturalmente, la expo en el MUAC, que honró con su maravillosa participación como curadora. Para mí ha sido muy interesante ver cómo construye cada proyecto.

2.- Esta pequeña muestra también se une a la lista de exposiciones que hemos presentado juntos Lerma y yo.

No las he contado, pero casi puedo asegurar que Víctor y yo hemos expuesto más juntos que individualmente y creo que estos ejercicios nos fueron llevando a los proyectos que realizamos al alimón como Pinto mi Raya.

La primera se llamó Completamente diferentes… pero juntos y marca el inicio de un largo proceso que partió de trabajar juntos por cuestiones prácticas y logísticas en esta muestra (si de todas maneras nos vamos a echar entre ambos toda la talacha de montar y difundir una exposición, pues mejor hacerla del trabajo de los dos y todo mundo contento), hasta las obras y proyectos de Pinto mi Raya en las cuales el trabajo es colectivo en todas sus etapas.

Esta exposición se llevó a cabo en 1988 en la Casa de la cultura Hipódromo, aquí en la CDMX. En el diseño de la invitación tratamos de resolver estas diferencias reuniendo un elemento fundamental en la obra de cada uno: Víctor con sus suajes y yo con el texto.  

De ahí en adelante hemos expuesto juntos muchas, pero muchas veces.

En 1990 inauguramos Pinto mi Raya con la muestra 10 años de casados. Entre 1995 y 96 presentamos Binomio: Electrografía Monumental a lo largo de América Latina gracias a la Secretaría de Relaciones a Jamaica. En 1996 también presentamos Propuestas electrográficas, Museo Casa Diego Rivera. Entre los proyectos digitales y el performance, a lo largo de más de dos décadas nuestros trabajos caminaron de manera paralela. 

Para terminar bien el siglo y con intenciones de echarnos un milenio sabático, presentamos una exposición o proyecto cada dos meses. El proyecto en general se llama Las de 1999. La de enero, La de marzo y La de noviembre fueron exposiciones, en el Museo-Casa León Trotsky, el Centro Cultural San Ángel y la galería La Masmédula respectivamente. Algunos de mis trabajos presentados en la exposición actual son de esta época.

Un ejemplo reciente de nuestras exposiciones juntos es The L.A. Project, una muestra que tuvimos en el Armory Center for the Arts en Pasadena, aunque ahí presentamos la documentación de una serie de proyectos y performances sobre nuestra relación que empezaron el día que nos casamos.

3.- Un aspecto que nos interesó en esta exposición es que fue en una casa. Nuestro verdadero público fue John, quien convivía diariamente con los dibujos, aunque abrió la casa en 4 ocasiones para que la vieran otras personas. De eso ya les platicaré.

Como Pinto mi Raya originalmente fue una galería de autor, nos interesa el funcionamiento de este tipo de espacios extraños, entre privados y públicos.

Víctor llevó la relación con el público al extremo entre 2003-2004 en su proyecto Uno a uno, que de hecho fue la última exposición en Pinto mi Raya.

En esa muestra no hubo inauguración, ni visitas en grupo. A lo largo de algunas semanas Víctor invitó a una persona a la vez a ver su obra y comentarla con él. Le interesaba más tener un público de calidad que una gran cantidad de visitantes. Algunos de ellos escribieron un pequeño texto y, al igual que ahora, se subió la información a internet. Aquí la pueden ver.

Entre quienes asistieron a ver el trabajo de Víctor en aquella ocasión estuvieron Jorge Alberto Manrique, Helen Escobedo, Elizabeth Romero, Betsy Pecanins, Miriam Kaiser, José Miguel González Casanova y Merry Mac Masters.

Mónica Mayer, abril 2017

A continuación les comparto la exposición, empezando por el texto de sala de Karen Cordero y una secuencia de fotografías tomadas por Yuruen Lerma.

Rayando, construyendo… un diálogo íntimo: Mónica Mayer y Víctor Lerma

Karen Cordero Reiman

Desde los años setenta Mónica Mayer y Víctor Lerma han sido compañerxs y cómplices de vida y obra. Y desde 1989 formaron Pinto mi Raya, una plataforma desde la cual organizan proyectos de “arte conceptual aplicado” con el objetivo de “lubricar el sistema artístico para que funcione mejor”; éstos toman diversas formas pero siempre constituyen intervenciones críticas en su contexto de trabajo que abren la posibilidad de otras maneras de pensar y actuar en relación con dogmas, inercias o vicios institucionales y sociales, con una fuerte dosis de humor y solidaridad comunitaria, y sin dejar al lado la autocrítica.

   Sin embargo, en paralelo a esta labor colectiva, Mayer y Lerma siempre han seguido produciendo trabajo artístico individual, que en muchos casos es menos conocido que sus colaboraciones, y que en algunos casos nunca se ha exhibido en espacios públicos. Es el caso de la mayoría de las obras en esta muestra, que pone en diálogo dibujos y obra gráfica de la serie “Casas” de Mayer y construcciones con diferentes materiales de Lerma.  

Estas obras, que ahora se trasladan del entorno hogareño de la pareja, donde se crearon, a otro espacio doméstico, también constituyen intervenciones subversivas. En el caso de Mayer, juegan de manera insistente con un vocabulario simbólico que traslada a formas pictóricas tensiones, cuestionamientos, sentimientos y relaciones de poder interpersonales e introspectivas, rehusando, como en toda la obra de la autora, someterse a la división convencional entre lo personal y lo político. En el caso de Lerma, sus construcciones delicadas no sólo desquician los horizontes de expectativa relacionados con la escultura abstracta contemporánea, sino constituyen investigaciones idiosincrásicas que instauran nuevas experiencias de espacios y materiales cotidianos, invitando a su exploración desde distintas posturas y potencialidades corpóreas, sensoriales y perceptivas.

 Asimismo, la disposición conjunta de la obra en este espacio crea otras relaciones y diálogos, con los que esperamos propiciar reflexiones y conversaciones sobre las distintas formas de intimidad en la vida y en el arte, y la potencia del afecto y los materiales en estos dos contextos, que para Mayer y Lerma son uno.

Mónica Mayer, 2017

Nuestro querido amigo José Luis Alcalde montó la exposición Rayando, construyendo. Un diálogo íntimo la montó el 12 de marzo de 2017 en la galería AG108 de John R. Thompson.

El proceso fue interesante porque John, Karen y yo teníamos cada quien nuestra idea de cómo presentar la obra, José Luis nos escuchó pacientemente y luego hizo lo que, como muy buen museógrafo, sabe hacer tan bien: distribuyó la obra en el espacio, haciendo que las formas y las temáticas dialogaran y que la mirada del espectador pudiera recorrer las obras en el espacio de manera armónica.

La inauguración de la exposición fue hasta el día 18, así es que John convivió con la obra una semana antes de que llegaran los amigos, familiares y colegas.

En algún momento en la conversación entre los invitados a la muestra en Messenger, alguien preguntó si habría inauguración y comentamos que sólo si llegaba El Presidente, refiriéndonos al performance que realizó Víctor Sulzer durante todo el sexenio de Calderón portando una banda presidencial ante la discusión que había de un presidente legal y otro legítimo (López Obrador). No llegó el presidente, pero Sulser nos llevó un listón rojo y llevamos a cabo un breve y divertido acto inaugural.

A esta inauguración, además de nuestra familia, llegaron colegas del medio, entre ellos Elizabeth Ross, Luis Orozco, Pilar Villela y Rocío Cárdenas.

De alguna manera, en este espacio tan íntimo era más fácil que nuestros invitados vieran el trabajo con atención y platicar con cada uno de ellos. Fue muy agradable.

La exposición se abrió en tres ocasiones más y la visitaron aproximadamente 120 personas. El sábado 25 y el primero de abril: en la mañana llegó Aldo Sánchez Ramírez con el grupo de estudiantes que está tomando el diplomado de Historia del Arte Mexicano en la FAD/Academia de San Carlos y en la tarde fue la clausura.

La visita con los estudiantes fue muy interesante porque además de los comentarios que hicimos sobre la obra Karen y yo, John, que conserva fresca su experiencia como maestro de arte, le pidió a cada participante que seleccionara una obra y compartiera con el resto de nosotros qué le había llamado la atención. El ejercicio permite ver la obra de muchas maneras y para mí fue muy ilustrativo en cuanto a mi trabajo: si bien yo hice los dibujos, cada persona se hace su propia obra.

La clausura estuvo muy agradable. Pudimos platicar con nuestros amigos y colegas. La retroalimentación fue buena y el chisme también.

Sin duda alguna, esta es una de las muestras que más he disfrutado en la vida y el de John el espacio de exposiciones en el que me han tratado más amablemente.

Y, ahora, es hora de abrir la exposición a las redes.

Mónica Mayer, 2017