Mis proyectos son como telarañas que se van tejiendo en el camino. Generalmente tienen un principio definido y un final que llega cuando llega. En este caso, por ejemplo, Negación y Utopía, la 1era Muestra Nacional de Performance, el evento para el cual fue realizado Visita al archivo de ExTeresa: I ♥ Mexican ♀ performance artists, terminó el año pasado en noviembre y yo aquí sigo dándole. En fin. Ya ni siquiera los quiero llamar performance porque eso generalmente se entiende como un evento en un espacio específico y un tiempo limitado en directa interacción con el público. Para mí esta pieza se inicia con la invitación con mi aceptación a participar en la muestra y creo que termina con lo que les platicaré en este epílogo.

En el Relato # 12: El performance en Ex Teresa comentaba que al entregarle a los participantes en el performance sus camisetas, también les daba un papelito con los datos de una página de Facebook y un hashtag de twitter. Al final de mi presentación hice algo muy arriesgado: le pedí al público que para completar la pieza, les regalaba la camiseta y les pedía que en algún otro momento y lugar se tomaran una fotografía y me la enviaran. Y no es arriesgado por original o peligroso, sino porque bien podría no tener ninguna respuesta.

Abajo comparto con ustedes las que han enviado hasta el momento y que si siguen llegando continuaré subiendo a la página del grupo I ♥ Mexican ♀ performance artists. Por cierto, algo que no tenía contemplado es que otras performanceras empezaron a enviar su trabajo al grupo y muchas personas me han pedido camisetas, lo cual me encantó. 

Fotos Mayra Dennis

Fotos Mónica Mayer

Fotos Mónica Mayer

Ya para concluir quería compartir con ustedes los últimos documentos del proyecto y me temo que la razón por la cual no me volverán a invitar a presentar un performance en Ex Teresa los próximos 20 años. :)

Este es el correo que nos envió la curadora de la muestra cuando concluyó.

A lo cual yo le respondí:

Querida Daniela,  

Aunque tu carta me suena un poco condescendiente y con actitud de que llegaste a descubrir América, agradezco tu trabajo de curaduría, así como tus buenas intenciones y deseos.   Trabajar en Ex Teresa fue un placer. Las personas de Centro de Documentación me apoyaron de manera extraordinaria y todo el equipo técnico fue tan profesional como acostumbran.  

Abrazo,

Mónica

A lo cual ella me contestó:

Querida Mónica

Gracias por tu repuesta.

Estoy muy abierta por críticas y me gusta tu manera de decirlo tan directa, aunque por favor me puedes explicar concretamente donde y como te parece que mi "carta suena un poco condescendiente y con actitud de que llegaste a descubrir América"? Porque eso es una acusación bastante grave y me gustaría entender exactamente que palabras o frases de mi carta te han dado este impresión.

Muchas gracias.

Un saludo
Daniela

Y yo le seguí…

Querida Daniela,

El párrafo

“Es muy emocionante la cantidad de talento de lxs artistas performancerxs mexicanxs que vi en la selección de la Muestra. Esperamos que este evento pueda ayudar a hacer este talento más conocido, y darles más fuerza a su voz en el mundo de arte y en el activismo, dentro de México y fuera de sus fronteras también.”

Es el que me hace ruido, viniendo de alguien Europeo y de alguien que hace una curaduría institucional. Si piensas en una curadora Mexicana llegando a Alemania y escribiendo lo mismo sobre un festival que organizara en Europa, quizá verías lo extraño que suena. No sé porque te emociona que haya tanto talento en el performance en México. Es como que te sorprendiera, lo cual implica un profundo desconocimiento de este tipo de trabajo en México.  Por otro lado, das a entender que participar en un performance en Ex Teresa pueda ser un paso importante para l/s artistas y aunque Ex Teresa es una institución de performance a nivel internacional desde hace dos décadas, con artistas del tamaño que se presentaron, desde Jesusa hasta Gustavo, pasando por la increíble Sayak, es como decirle a Esther Ferrer o a Marina Abramovic que esperas que la participación en un evento las dé a conocer.  Pero, aunque fueran tod/s artist/s desconocid/s, como institución no nos están haciendo un favor.   

En fin. Espero que esto te aclare lo que pienso. Esto daría para muchas horas de discusión sobre la relación entre nuestras culturas y ocupaciones.  Quizá algún día habrá tiempo. 

Abrazo

Mónica

Así estuvo la cosa. Más allá de que me vuelvan o no a invitar a un evento por andar encontrándole el pelo a la sopa, me quedo con la sensación de que mi inconformidad quizá se debe a que nunca conocí a Daniela en persona porque se tuvo que ir de México antes de que empezara la muestra y no sé realmente como piensa o cuál es su actitud. Toda nuestra interacción fue a través de documentos. Y yo sé bien que los documentos, como los archivos, para bien y para mal, solo nos muestran un pequeño fragmento de la realidad.

Mi agradecimiento al equipo de Ex Teresa y a Daniela.  Fue un gusto trabajar con ellos.  

16 de enero de 2014.

El performance en Ex Teresa fue sencillo.

El público se formó en una fila y fueron entrando individualmente o en pequeños grupos. Yo los recibía con un seco: chica, mediana o grande. Una vez conociendo su talla les entregaba una camiseta rosa con la leyenda I ♥ Mexican ♀ performance artists y les pedía que se la pusieran. A continuación los fotografiaban y antes de pasar a sentarse les daba un papelito con una dirección de FB y un hashtag para twitter.

Cuando se acabaron las 75 camisetas pasé al frente y me senté en una pequeña mesa con la computadora, doce caballitos inclinados y una botella de tequila. Frente a mí, en el suelo estaba una canasta con las muñecas de trapo que usé en la serie de fotos que presenté para abrir cada relato tanto en la conferencia como en este blog. Del lado derecho había un rack con una docena de camisetas colgadas y al fondo una gran pantalla con las imágenes que acompañaron la plática.

A lo largo de aproximadamente una hora expuse mis hallazgos sobre las formas en las que las performanceras han abordado cuestiones de identidad nacional en su obra. Con cada nuevo tema, me bebía un tequila. Al final hubo una larga sesión de diálogo con el público.

Las conclusiones a las que llegué en mi visita al Archivo de Ex Teresa son las siguientes:

1.- En la gran mayoría de los casos, a las performanceras mexicanas nos duelen la identidad nacional y la patria.

2.- En muchos casos, las grandes narrativas nacionales se convierten en algo íntimo y personal en manos de las performanceras.

3- En términos de la identidad nacional, las performanceras no existimos, pero no hay nada que indique que tiene que seguir siendo así. Si hasta ahora hemos sido invisibles, habrá que hacernos visibles.

Termino con una selección de las fotografías que tomó esa noche Yuruen Lerma.

15 de enero de 2014

Foto: Yuruen Lerma

¿La violencia es parte de nuestra identidad nacional? No sé si lo sea, pero sí que forma parte integral de nuestra realidad cotidiana ya sea de manera directa o a través de los medios de comunicación. Y no sólo como mexicanos, como seres humanos en un mundo saturado de injusticias de toda índole.

Según declara Daniela Wüstenberg, la curadora de Negación y Utopía, el encuentro del que forma parte esta Visita al Archivo de Ex Teresa: I ♥ Mexican ♀ artists, en la entrevista que le hizo Antonio García Acosta para la revista RGB ella llegó a México temerosa por toda la violencia de la que escuchaba en las noticias en su país. Después le sorprendió que éste no fuera el tema central de conversación de sus allegados activistas y comenta que su investigación sobre los y las artistas tampoco mostró que fuera una temática central para el performance. Creo que esperaba que todos estaríamos haciendo trabajo sobre el narcos, decapitados y desaparecidos. Esto la llevó a concluir que “para poder vivir en México, tienes que establecer una medida de negación para poder seguir adelante con tu vida, porque de otro modo estarías deprimida todo el tiempo”. Esto fue la fuente de inspiración de la primera mitad del título de la muestra.

Cada quien es libre de llegar a las conclusiones que quiera sobre un país, pero no coincido con algunas de sus afirmaciones. De entrada, la realidad es muy compleja y nunca se refleja en las narrativas periodísticas que invariablemente son esquemáticas y amarillistas. Por otro lado, yo veo que la violencia (de género, de clase, del narcotráfico, de Estado, familiar, económica, psicológica, ideológica, social, etc. etc. etc.) es uno de los temas principales de mis colegas y no porque se viva más o menos violencia en este país que en otros, sino porque es uno de los ejes centrales del arte. Pero además basta meterse un poco a internet para encontrar una enorme cantidad de proyectos de educación artística, de producción y prácticas artísticas/políticas cuya temática está específicamente centrada en la violencia relacionada con el narcotráfico que se desató en el sexenio de Calderón.

Sin embargo, los planteamientos de Daniela me hacen ver que, desde fuera de México nos ven como una cultura sumida en la violencia y eso, nos guste o no, a la larga pueda convertirse en la forma en la que nosotros mismos nos percibimos.

Por lo mismo, aunque en otro momento no hubiera incluido el tema de la violencia en una pieza sobre identidad nacional porque no siento que lo sea y me parece que puede contribuir a fomentar una serie de estereotipos, he aquí el trabajo de algunas artistas registradas en Ex Teresa que ejemplifican la diversidad de puntos de vista desde los que han abordado el tema.

Katia Tirado presentó Bajo la mesa en 2011 entre otros, en el Museo Carrillo Gil y en Ex Teresa. Me tocó presenciar el performance del Carrillo y ver esa cabeza sobre el plato era una referencia inmediata a San Juan Bautista, pero también a la violencia del narco en años recientes en México. En el blog de Tirado encuentran más imágenes y la contextualización de la pieza.

Algo que me llamó la atención es que durante mis visitas al Centro de Documentación de Ex Teresa, Maribel me platicó que el público se había puesto bastante agresivo con Tirado (cosa que no sucedió en el Carrillo), metiéndole patas de pollo a la boca, como se aprecia en la fotografía. La violencia humana nunca deja de sorprenderme… ni siquiera en el performance. 

Arrastrando un cuerpo, esta pieza de Elvira Santamaría en colaboración con Eugenia Vargas realizada en 2005, habla de una violencia que venimos arrastrando desde hace mucho tiempo, pero también de la generosidad de los seres humanos. Según cuenta Elvira:

"Eugenia Vargas se desnuda y se acuesta en posición fetal sobre la manta blanca. Yo la envuelvo. La arrastro fuera de Ex Teresa para hacer un recorrido hasta donde dieran mis fuerzas. Soy responsable de su seguridad física. Arrastrando un cuerpo. Algunos colegas intervienen y me ayudan en algunos momentos en los que me es muy difícil cargar el cuerpo. En el asta de la bandera del Zócalo. Tres albañiles que pasaban por ahí, tomaron el cuerpo de Eugenia para ayudarme a llevarlo donde yo les indicara, pensaron que se trataba de 'un compañero caído'. Al llegar al asta bandera encontramos que una organización civil invitaba a una votación pública para llevar al ex presidente Salinas a juicio por el desastre económico y social en que se encontraba el país. Pensaron que estábamos saboteando su plebiscito, pero al ver el bulto del cuerpo de Eugenia, guardaron silencio junto con todos los demás para escuchar algo de mí. Después de contarles una horrible preocupación de mi infancia con relación a los desastres de la violencia y la guerra, varias personas nos siguieron a Ex Teresa para seguir hablando del asunto." Elvira Santamaría.

El trabajo de Santamaría me encanta porque desde su profunda sencillez, siempre logra integrar lo personal con lo político, se funde con los contextos en los que se presenta y jamás cae en maniqueísmos.

Me tocó ver Ausencia de Emma Villanueva en 2000 durante la Novena Muestra Internacional de Performance organizada por Ex Teresa.

Su pieza hablaba de los desaparecidos, no los de ahora, sino los de hace cuatro décadas. Los que todavía están esperando justicia. Los que no deben ser olvidados porque si no los desaparecidos de ahora jamás tendrán la esperanza de recibirla. Recuerdo que en su momento me sorprendió que abordara un tema que parecía tan olvidado por el medio artístico. Villanueva se colocó entre la historia y la premonición.

Las vivas de Juárez, la pieza de Lorena Orozco de 2004 no deja de conmoverme. Esta es la descripción que ella misma hace de la pieza, documentada en el compendio Mujeres en Acción de Josefina Alcázar:

Y aquí un par de fotografías:

Lorena Wolffer es una de las artistas que más ha trabajado el tema de la violencia de género en su obra. En Mientras dormíamos (el caso Juárez) de 2002, utiliza su cuerpo como “un mapa simbólico para documentar y narrar la violencia en cincuenta casos registrados”.

De la pieza quedan todo tipo de rastros: las fotos de Martín L. Vargas, los videos, invitaciones, las reseñas y el recuerdo.

La última artista que incluí en esta sección es Teresa Margolles porque es inevitable referirse a ella al hablar del tema de la violencia. L/s dejo con una fotografía de la forma en la que presenté esta imagen en la conferencia/performance que presenté en Ex Teresa como parte de este proyecto para dejar constancia. El texto es el que compartieron conmigo del Centro de Documentación y muestra el generoso apoyo que me ofrecieron.

13 de enero de 2014.

Foto: Yuruen Lerma

Por lógica, todas las performanceras mexicanas que abordan el tema de la identidad desde lo personal, también trabajan el de la identidad nacional.

En este rubro incluí a Lorena Orozco que habla de la identidad a partir de la diversidad, Thereza López que busca elementos que representan lo individual en lo colectivo y las fotografías de Daniela Rosell que, aunque registra una clase social, pero descubre en sus espacios los íconos tradicionales de “lo mexicano”.

Ya me dirán qué les parece.

En 2006 Lorena Orozco realizó Mensajes. Abajo encontrarán la primera página del proyecto que presentó en Ex Teresa y que planteaba que se realizara en aparadores comerciales. No sé si sucedió, pero a través del Museo del Chopo lo llevó a cabo con gran éxito en las vitrinas del metro. Aquí pueden ver el reportaje que le hicieron en el canal 22.

Durante la pieza Lorena dibujaba al público desde adentro de la vitrina. Después les escribía un mensaje personal en el vidrio y plasmaba un beso.

En Ex Teresa se encuentra la documentación completa, incluyendo el vdeo.

Mensajes, Lorena Orozco, 2006

En Raíz perpetua de 2002, Thereza López hace referencia a los orígenes geográficos en Puebla de las familias de sus padres y hace un homenaje a las mujeres de su familia. Los dejo con la descripción de la pieza que está incluida en la muy profesional carpeta del trabajo de López que tienen en Ex Teresa.

 El libro Rocas y famosas de Daniela Rossell de 2002, publicado por Turner, fue todo un acontecimiento en su momento. Causó tremendo escándalo por mostrar a una clase alta que generalmente se pasea por las revistas de sociales, pero se sintió agredida como objeto de estudio en un libro de arte. Si quieren ver más imágenes es fácil encontrarlas en la red. En Ex Teresa pueden consultar el libro.

En varias de las fotografías de Rossell se ven los mismos símbolos de identidad que han utilizado las artistas en los relatos anteriores. Las veo y se me antoja hacer una curaduría para poner a dialogar todas estas imágenes. ¿Cómo se verían la guadalupana de Elizabeth Romero, la Malintzin de Antonia Guerrero o los Insurgentes de Katnira Bello con estas imágenes?

Fotografías del libro Ricas y famosas de Daniela Rossell.

9 de enero de 2014