Viernes 8 de junio de 1984.
La Guía de NOVEDADES
N° 141.
Víctor Lerma Uzeta es un joven bastión del geometrismo en México y la galería Juan Martin exhibe su reciente producción. La muestra presenta esas particularidades sensibles que contienen las obras trabajadas por el propio artista en su estudio, a manera de un pequeño laboratorio visual.
Sin embargo, su producción, a pesar de ser concebida en la intimidad y fuera de toda intención urbana, no descarta la posibilidad de funcionar en los interiores de las grandes construcciones arquitectónicas realizadas a mayor escala.
Víctor Lerma, es parte de la resistencia de artistas que sostienen los postulados de una plástica pura, ahora que algunos vuelven a insistir en la figuración. Es también una voz que se alza, cuando los ataques de gran parte de la critica debilitan el surgimiendo de los nuevos creadores mexicanos, inscritos dentro de las corrientes formalistas. El geometrismo se consolidó en nuestro país en la década de los setentas, 50 anos después de su aparición en Europa. Pero con algunas características propias.
Lerma Uzeta intenta desenterrar las formas geométricas de sus condiciones actuales. Para ello, las descontextualiza de los ambientes urbanos en donde se insertó, y las reubica en el cuadro, con un carácter Intimo que le permite crear diferentes composiciones visuales.
Bajo estos conceptos crea composiciones con espacios y volúmenes aparentes, lo que le permite llegar más allá de los espacios planimétricos. En ellas se aventura utilizar la madera tal cual, para establecer un diálogo entre el diseño geométrico y la organicidad del material.
La micromadera es el soporte principal, y a la vez objeto artístico. Lerma Uzeta la respeta profundamente. Este sentimiento lo transmite en su forma de trabajo. Del material aprovecha el color y el dibujo de las vetas. Acentúa la espacialidad d 'sus cualidades mediante cortes que reafirman su diseño, al mismo tiempo que obtiene bajorrelieves sutiles de sombras suaves.
En otras ocasiones realiza los cortes en base al dibujo geométrico, así contradice el ritmo de la madera a la vez que denota su sensualidad. El resultado es el de una tridimensionalidad real que acerca la obra a lo escultórico, porque exhibe a través de los espacios exentos de madera, como un collage pictórico, la textura y el color de otros, tales como papeles diversos e hilos metálicos.
La estructura razonada de estas composiciones reafirma el anti-ilusionismo propuesto por la plástica pura, y se consolida con la incorporación de otros medios, espacios y luces verdaderas trabajadas con elegancia. Así reafirma la independencia de la obra y dentro de ella la independencia del color aplicado en zonas, especificas de trazo impersonal. La composición se dinamiza con un diseño estructurado en diagonales.
La monumentalidad de estos trabajos al separarse del concepto de cuadro, carecería de ciertas cualidades propias de la forma de producción, si bien es cierto que obtendría otras. La pérdida principal, seña su delicada apariencia, lograda por el artista mediante el trabajo de una filigrana geométrica, realizada en materiales delgados, que él combina con otros materiales para denotar la verdadera naturaleza de sus lenguajes en una misma obra.
Víctor Lerma Uzeta, es un artista preocupado por satisfacer en la producción visual las necesidades de nuestra sensibilidad; factor que él equilibra en su obra geométrica como principio de orden. A él apela en composiciones desnudas de asociaciones realistas.
La necesidad de acentuar lo racional dentro de la producción nacional, provoca y exige la existencia de voces como la de Lerma Uzeta. Una actitud más integrada al grito de rebeldía que se alza, contra las ideologías que gobiernan y someten a nuestra producción artística, hoy bajo el excesivo dominio de la figuración: presente y del hiperrealismo.
LETlClA OCHARÁN