Los primeros días de diciembre del 2017 los pasé en Chihuahua, lugar que siempre me produce nostalgia porque mi abuela paterna era de allá y, aunque la ciudad ha cambiado tanto, invariablemente busco rinconcitos que me den indicios del entorno en el que creció.
Fui al Encuentro de Estudios Feministas y de Género en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua coordinado por Erika Rascón, artista comprometida con el feminismo desde su producción personal, el activismo y la educación a quien admiro.
Me invitaron a impartir una conferencia magistral y presenté Archiva: obras maestras del arte feminista en México para contextualizar las problemáticas de invisibilización y auto-invisibilización de las artistas.
Fotos Mónica Mayer
También fui a reactivar El Tendedero, para el cuál, como acostumbro, primero impartí un taller. El grupo fue compacto, pero comprometido y trabajador. Como suele suceder en estos talleres, primero les hablé de los distintos Tendederos, luego platicamos de sus inquietudes en torno a las violencias de género y el artivismo y después nos lanzamos a la calle a trabajar.
Foto Mónica Mayer Foto Erika Rascón
Montamos nuestro Tendedero en una calle transitada y empezamos a solicitar respuestas. Estuvimos varias horas, hasta que nos anocheció y encendieron las luces navideñas.
Fotos Mónica Mayer
Salimos a reunir respuestas dos tardes. Me llamó la atención la curiosidad del público y sus ganas de participar. En un dos por tres se llenaban las hileras de respuestas.
Foto Mónica Mayer
También me sorprendió la cantidad de respuestas que hablaban de violencia doméstica.
El Tendedero concluyó con su presentación en la Quinta Gamero el día de la clausura del evento.
Fotos Mónica Mayer
Nos pasamos un buen rato montándolo, acomodando las respuestas para resaltar las problemáticas que más nos habían impactado, las historias más conmovedoras y las narrativas más completas.
Fotos Mónica Mayer
En un ambiente tan majestuoso, el Tendedero con sus hojitas de tono rosa tenue lucía muy atractivo, invitando al público a acercarse. Esto hacía que fuera aún más dramático leer tantas respuestas denunciando la violencia sorda que experimentamos la mayoría de las mujeres continuamente.
El último evento del encuentro fue la espléndida conferencia “Género, raza, clase y sexualidad. Sentipensares desde el feminismo descolonial” de la Dra. Carmen Cariño. Fue una delicia escucharla. Aprendí, me hizo cuestionarme y también regocijarme de que los feminismos sean tan variados y complejos. Pensar el mundo desde el feminismo es cuestionar la realidad hasta el tuétano… y ese es un ejercicio constante.
Mónica Mayer, 2018